El italiano Vincenzo Nibali dominó ayer jueves la última etapa de montaña y quedó en una posición inmejorable para conquistar el domingo su primer título del Tour de Francia.

El ciclista de 29 años se fugó del pelotón y pedaleó solo los ocho últimos kilómetros de ascenso para ganar la 18va etapa del Tour.

Nibali, que ganó su cuarta etapa en este Tour, sacó la lengua, se golpeó el pecho y levantó los brazos al cruzar la meta con 1 minuto, 12 segundos de ventaja sobre el francés Thibaut Pinot. El polaco Rafal Majka fue tercero, luego del recorrido de 145,5 kilómetros entre Pau y el puerto de montaña Hautacam en los Pirineos.

Nibali busca ser el primer italiano que gana el Tour desde Marco Pantani en 1998.

“No quería perder el liderazgo. Mi objetivo era ganar aquí”, dijo Nibali. “Era importante para mí ganar otra etapa en los Pirineos. El equipo trabajó realmente duro y esta victoria es para ellos”.

Nibali también está a punto de convertirse en apenas el sexto ciclista en ganar las tres carreras más importantes del ciclismo: el Tour, el Giro de Italia y la Vuelta a España.

Otro hombre que festejaba en la línea de meta era Alexandre Vinokourov, manager del equipo Astana de Nibali, y exciclista que fue expulsado del Tour en 2007 por dopaje.

Dijo que la victoria en esta etapa “no fue casualidad”.

“Dijimos ‘necesitamos mostrar que hay un jefe’”, señaló Vinokourov a la televisión francesa. La última vez que se escuchó la palabra “jefe” en el Tour fue cuando Lance Armstrong ganó siete seguidos.

Restan tres etapas antes del cierre del domingo en los Campos Elíseos. El tramo del viernes es uno mayormente plano, por lo que es improbable que haya cambios en la clasificación general.

La última oportunidad para adelantar posiciones será en la contrarreloj individual del sábado, aunque la ventaja de Nibali es tan grande ó7:10 sobre Pinot, y 7:23 sobre el francés Jean-Christophe Peraudó que se necesitaría una catástrofe para que pierda la camiseta amarilla antes del domingo.