MILAN / ROMA -- El italiano Luca di Montezemolo, expresidente de Ferrari, ha asegurado que no tiene "buenas noticias sobre (Michael) Schumacher", que sufrió un grave accidente de esquí en 2013, y lamentó que, tras su larga carrera en Formula Uno, una caída en montaña le haya "arruinado", en un evento organizado por el diario italiano Quattroruote.

"Tengo constantemente noticias sobre Schumacher y, lamentablemente, no son buenas. Ha sido un grandísimo piloto, con él hemos compartido grandes momentos humanos y profesionales. Pero la vida es rara. Ha sido el piloto más exitoso de la Formula Uno, solo tuvo un accidente en 1999 y no fue por su culpa, sino nuestra. Lamentablemente, una caída accidental con los esquís le ha arruinado", declaró Montezemolo.

El expresidente de Ferrari sostuvo que la situación de del alemán "no es tan buena como uno quisiera" dos años después del accidente de esquí en el que el excampeón mundial de Fórmula Uno sufrió graves heridas cerebrales.

"Desafortunadamente no está bien, la situación no es tan buena como uno quisiera", dijo Montezemolo.

"Todos dicen que estaba esquiando muy rápido. Eso no es cierto, simplemente está en esta situación por una de esas cosas de la vida", señaló. "No es verdad que Michael haya sido un esquiador temerario, fuera de la pista siempre ha sido prudente. Lo era sobre todo cuando esquiaba", agregó.

El alemán, que se hizo famoso con Benetton antes de pasar a Ferrari en 1996 y convertirse en una superestrella. Schumacher ganó siete títulos mundiales, todavía un récord, y 91 carreras.

"Fue un gran piloto", recordó Montezemolo. "Tuvimos unos años fabulosos juntos, también a nivel personal, él tenía un hijo, yo también... tuvimos una gran relación personal. Creo que merece un aplauso".

El público en la actividad aplaudió entonces al excampeón mundial de 47 años.

El accidente de Schumacher ocurrió durante una vacación familiar, mientras esquiaba con su hijo de 14 años en el centro de esquí Meribel en los Alpes franceses.

Schumacher se golpeó el lado derecho de la cabeza contra una roca y se rompió el casco que utilizaba. Fue operado para removerle coágulos de sangre del cerebro, pero algunos no fueron sacados por estar muy incrustados.

La condición de Schumacher se estabilizó después que fue colocado en un coma inducido, del que eventualmente despertó.