WHITE SULPHUR SPRINGS -- La lesión de oblicuo de Drew Brees pudo atender a un tema de balance universal.

Aunque el mariscal de campo de los New Orleans Saints perfila recuperarse a tiempo para el inicio de la temporada regular, la lesión que lo ha mantenido al margen las últimas dos semanas se asoma como un asunto "yin-yang". Algo que debía salir mal para que el campamento de los Saints no fuese tan relajado.

Y es que, más allá de un puñado de lesiones que los han atacado este verano, el campamento de los Saints ha sido idílico como aire fresco de la montaña en su nuevo sitio de entrenamiento de West Virginia.

Los talentos de revelación como el receptor novato Brandin Cooks y el tackle izquierdo de segundo año Terron Armstead, han inyectado nueva vida a una ofensiva que necesita mejorar en ese grupo de posiciones. Mientras tanto, la defensiva de los Saints parece en mejor forma que nunca durante la era Sean Payton-Brees, con el coordinador defensivo Rob Ryan enfilado a su segunda campaña incluso con más talento a su disposición.

Claro, la imagen de Brees lanzando pases al apreciado profundo Jairus Byrd en ropa de civil previo al debut de pretemporada no es alentadora, pero ambos estarán al 100 por ciento para el verdadero debut. Este equipo tienen un sentimiento transparente de contención al Super Bowl.