NUEVA YORK.- Cientos de miles de seguidores de las Águilas Cibaeñas, residente en esta ciudad, se lanzaron a las calles neoyorquinas el pasado viernes en la noche a celebrar jubilosamente el histórico campeonato de "Las Cuyayas", contra los Tigres del Licey y todos los pronósticos.
Desde las 7:00 de la noche del pasado viernes, Nueva York, vivió una especie de "Toque de Queda". Casi un millón de dominicanos de todas las edades, se reunieron en apartamentos, restaurantes, billares, clubes sociales y otros lugares, para presenciar el octavo partido de la serie final que finalizó 2 carreras 1, a favor de las Águilas Cibaeñas.
Por momento parecía que la celebración de los aguiluchos se estaba realizando en las avenidas de Santiago, o en otras ciudades del cibao, pero increíblemente el hecho sucedía en la cuna de los Yankees y los Mets de Nueva York.
Desafiando una baja temperatura, los felices fanáticos desfilaron en caravana por las principales avenidas y calles del Alto Manhattan y de otros lugares neoyorquinos. Ellos portaban banderas, gorras, camisetas y otras prendas alusiva a las Águilas.
Los restaurantes en Manhattan, El Bronx, Queens, Brooklyn, y de otros lugares del estado estaban repletos de contentos aguiluchos que siempre creyeron en su aguerrido equipo, que pasó a comandar como los únicos reyes del béisbol profesional dominicano, con 20 coronas.
Niños y niñas de apenas algunos años, eran visto celebrando junto a sus padres y otros familiares en sus respectivos apartamentos.
La alegría desatada en Nueva York parecía que el delirio que se vivió en el estadio Cibao, se había trasladado a esta "Babel de Hierro".
El palo de Rafael Furcal en el octavo capítulo, retumbó los oídos de los criollos residentes en la Gran Manzana.
"Qué palo", dijo una eufórica señora, desde una ventana de apartamento, localizado en el noveno piso, en El Bronx.
La mayoría de los seguidores mamey, no durmieron. Se quedaron celebrando. Las llamadas telefónicas se cruzaban una a las otras. Amigos simpatizantes del glorioso conjunto cibaeño se comunicaban para felicitarse a través del hilo telefónico.
Miles de taxis que operan en esta gran ciudad resultaron simples para trasladar a los criollos que solicitaban el servicio para trasladarse a compartir en diferentes lugares.
Un feliz cibaeño, dijo enuna calle de Manhattan: "Se cayeron todos los pronósticos. Dieron al Licey favorito en el Todos contra Todos y también en la serie final, pero yo sabía que Las Águilas son Las Águilas".
"Licey quería ganar este campeonato de manera obligatorio. El deseo quedó plasmado y muchas lágrimas aún están brotando. Que viva El Chilote Llenas, Miguel Tejada y Luis Polonia", dijo otro criollo en White Play, un soburbio neoyorquino.