TAIPÉI, Taiwán- El pitcheo de Estados Unidos espació siete imparables para vencer ayer a Cuba por 6-3 y conquistar el título de la Copa Mundial de béisbol por primera vez en 33 años.
Jayson Nix, con un jonrón solitario y dos remolcadas, marcó el paso en la ofensiva de 14 imparables de Estados Unidos.
Después de siete intentos fallidos, se trata de la primera vez que Estados Unidos le gana a Cuba una final en un campeonato mundial.
Cuba les venció en las finales de los torneos de 1969, 1970, 1972, 1978, 1988 y 2001.
Dirigidos por Davey Johnson, ex piloto de Grandes Ligas, Estados Unidos se encaminó a la victoria en el segundo inning cuando Jason Jaramillo ligó sencillo para remolcar una carrera y el abridor cubano Yadel Martí concedió un par de pasaportes con las bases llenas, que pusieron la pizarra 3-0.
Jaramillo también remolcó otra carrera en el tercero con un sencillo y en el siguiente episodio Nix sonó su jonrón para poner la cuenta 5-0.
Cuba se acercó 5-2 mediante un sencillo de dos carreras de Alfredo Despaigne en el quinto, pero en el séptimo Justin Ruggiano pegó un sencillo productor para despegar a Estados Unidos por 6-2.
Un sencillo productor de Alexander Mayeta acercó a la novena cubana a 6-3 en el octavo. Pero hasta ahí llegaron, ya que el relevista Jeff Stevens los silenció en el noveno para poner fin al juego.
El abridor estadounidense Brian Duensing lució dominante hasta el sencillo de dos carreras de Despaigne en el quinto, pero Steve Shell encabezó un trío de relevistas que contuvo en los siguientes cuatro innings a la potente artillería cubana.
Cuba había ganado 12 de las 13 últimas Copas Mundiales y no pudo conseguir su título 26 en la historia del torneo.
Estados Unidos no derrotaba a Cuba en una final de alto nivel desde los Juegos Olímpicos de Sydney en el 2000.
Japón conquistó el bronce al blanquear 5-0 a Holanda con buena labor de Tadashi Settsu, quien permitió sólo un hit en siete entradas.