BOCA CHICA.- En una temporada especial, Andy Abad comenzó a entrenar más temprano que de costumbre porque quiere volver a ser parte del éxito de los Tigres del Licey aunque sea como actor de reparto. Abad, quien está casado con una dominicana, sorprendió ayer al presentarse en la primera práctica del equipo con miras al próximo torneo de béisbol otoñoinvernal. “Tengo tres días en el país y quise venir para ponerme en forma lo más pronto posible”, manifestó “Tulile”, como le bautizó Luis Beltrán, el locutor interno de los Tigres, por el parecido que tiene con el merenguero del mismo nombre.
“Andy Abad es casi dominicano, al igual que Eric Byrnes y Carlos Ruiz”, resaltó Francisco Busto, quien funge como asistente del gerente general del club, Fernando José Ravelo. La calidad del circuito invernal dominicano, la atmósfera que rodea los enfrentamientos entre el Licey y las Águilas y el buen trato que siempre le han dispensado en el país, seducen al outfielder e inicialista de 35 años, quien nació en West Palm Beach, Florida. Ahora hay otros motivos adicionales para vestir nueva vez el uniforme azul: La imperiosa necesidad que tienen los felinos de ganar su campeonato número 20 en el torneo en que se conmemoran los 100 años de su fundación y el interés de representar al país como campeón en la Serie del Caribe.
“Quería estar con los Tigres otra vez”. manifestó Abad, quien originalmente no estaba en los planes del conjunto. “Soy liceísta y quiero ayudar en el rol que me necesiten”, expresó Abad. Este año él jugó a nivel de triple A con la organización de los Cerveceros de Milwaukee, donde registró .269-12-59 en 273 turnos. “Nosotros lo vimos en el verano. Andy bateó y fildeo muy bien y por eso lo contratamos otra vez”, manifestó el coach de pitcheo Mark Brewer, quien de manera interina está al frente de los entrenamientos de los bengaleses hasta tanto llegue el dirigente Tim Tolman.
Abad ha pasado buenos momentos en República Dominicana, pero ninguno se iguala al que vivió en la serie final del 2002 contra las Águilas, cuando bateó un histórico jonrón con dos en bases frente a Luis Vizcaíno que puso al Licey en ventaja 9-7 a la altura del noveno. Finalmente, los Tigres vencieron 9-8 a las Águilas, lograron su corona 17 de su historia y rompieron el empate que tenían por vez primera con las Águilas en ese importante renglón.