Hace poco más de un mes Kevin Durant sufrió una lesión de rodilla que lo alejó de las canchas. Sin embargo, el alero de Golden State Warriors lloró cuando en el primer diagnóstico médico se le dijo que sufría una fractura de tibia en su pierna derecha. Algo que lo alejaría de las canchas por lo menos 4 meses.


Los Warriors lo pasaron mal luego de la lesión del jugador de 28 años. La franquicia solo pudo ganar dos juegos de los seis que disputó después de perder a su alero el pasado 28 de febrero. Aunque ahora cosechan 10 victorias en línea y se les ha visto en un gran nivel, los de Oakland esperan el regreso de Durant antes del final de la regular season.

En el podcast The Ringer, ‘KD’ habló del duro momento que pasó cuando fue diagnosticado de manera errónea y que su temporada acabaría en ese momento. “Este es mi primer año con este equipo y estábamos jugando muy bien hasta que me lesioné. Era un gran momento para nosotros y nos encontrábamos en una gira por el este, en un partido contra los Wizards en Washington al que iba a venir toda mi familia, me había gastado 10.000 dólares en entradas y sabía que todos ellos querrían verme“, dijo Durant que también confesó que llegó a llorar en ese instante.

 Un buen presente de cara al futuro

Con una buena versión del equipo en las últimas semanas de la primera fase, los Warriors se encuentran atravesando un gran momento que los pone como los mayores opcionados de cara a los Playoffs. Esperan el regreso de Kevin Durant antes del final de la regular season para que vuelva a tener minutos de competición como ya fue confirmado por la franquicia en un comunicado el pasado viernes. El alero promedia 25.3 puntos, 8.2 rebotes y 4.8 asistencias por juego y en declaraciones anteriores ha desvelado su deseo por estar cuanto antes en las canchas para aportarle su talento al quinteto.