Desde el verano de 2008 Seattle no tiene un equipo en la NBA. Luego de los problemas que tuvo y que le obligó a dejar ir a la franquicia que poseía, podría regresar a la liga nacional de baloncesto, la más importante del planeta. Sin embargo, hasta que esto suceda Seattle completará ocho años desde el traslado de Seattle Supersonics a Oklahoma City y que permitió a esta franquicia rebautizarse como Oklahoma City Thunder, dejando así a una de las ciudades más tradicionales y que más apostó durante años a la NBA a no tener representación y por ende trasladar todas sus emociones a otros deportes.

Pese a que la liga ha tenido una expansión significativa en la que se realizó por primera vez un All-Star Weekend fuera de los Estados Unidos y fue un total éxito, teniendo en cuenta la referencia de febrero pasado en Toronto, Canadá donde el Air Canadá Centre se llenó para ver a todas las estrellas de este deporte en una clara muestra del esfuerzo hecho por hacer llegar a latitudes impensables este deporte, aún no se tiene alguna certeza sobre el futuro de esta ciudad y de si algún equipo podría jugar allí.

Con la llegada del nuevo contrato de televisión, según reportó Sonic Rising, de Sportando, el equipo podría regresar a la liga y ampliar así el número de franquicias, un hecho que beneficiaría de gran manera el espectáculo, principalmente porque el reparto de televisión aportaría más dividendos si se añaden más conjuntos a la competición.

Seattle no cuenta con las condiciones para albergar a la NBA

Hace poco se conoció que aunque la ciudad de Seattle ha decidido cerrarse la puerta a un regreso a la NBA pese al pedido de sus aficionados, esto no queda ahí, porque Chris Hansen, el financiero californiano que más ha luchado por devolver el baloncesto a la ‘Ciudad Esmeralda’, había solicitado permiso a la ciudad para comprar un terreno para construir un nuevo escenario deportivo, el ayuntamiento de esta ciudad por una votación en contra de 5-4, rechazó esta propuesta.

Teniendo en cuenta que el Key Arena que fue inaugurado en 1962 no cumple con las medidas solicitadas por la NBA para ser hogar de algún equipo, la posibilidad de que alguna franquicia juegue en esta ciudad por ahora está descartada, algo que ha dejado una profunda tristeza entre los amantes de este deporte que ven como en otras ciudades del país se ha hecho una inversión importante por parte de la empresa privada para mantener este deporte que puede dejar cientos de millones de dólares de ganancia para la ciudad.

Con la negativa del apoyo público, Hansen, intentará explorar otros proyectos en el área metropolitana, pero fuera de la ciudad para construir un estadio capaz de albergar a franquicias de la NBA y de la NHL, en busca de no sepultar su sueño de tener a un equipo en la ciudad.