ASHBURN -- Poco después que los Washington Redskins firmaron al tackle nariz Barry Cofield en el 2011, el coordinador defensivo Jim Haslett hizo una declaración aventurada. Expresó que Cofield se convertiría en el mejor tackle nariz de la NFL.

Dos años después, Haslett está listo para pronunciarse nuevamente. Aunque sólo cambió el tiempo de futuro a presente.

"Barry es el mejor tackle nariz en la liga", sostuvo. "Puede hacer un poco de todo. Es bueno contra la carrera, es poderoso. Es fuerte. Presiona bien el pase. Es incansable. Esa es la combinación que lo vuelve el mejor. Quizá no pesa 350 libras; pese 315 o 316. Pero es ideal para lo que hacemos".

Cofield está jugando en la forma que los Redskins esperaban. También es la manera en que jugó este verano antes de romperse un hueso de la mano derecho, algo que lo forzó a utilizar un guante protector durante los primeros dos partidos. Cofield no confía en sus manos para vencer bloqueadores, pero ciertamente las necesita y ellas limitan su efectividad.

Pero, ¿a partir de entonces?

"Ha sido sobresaliente", consideró Haslett. "Estuvo excepcional la semana pasada".

¿El mejor tackle nariz? Es difícil asegurarlo. ¿Sobresaliente ahora? Eso es fácil decir, y el video respalda a Haslett. Contra los Raiders, Cofield registró dos capturas y ayudo a perfilar a Ryan Kerrigan para otra. Desplegó poder, agilidad, atleticismo y hambre. Cofield perfila a sus compañeros de forma consistente por su habilidad para, en esencia, bloquear linieros en el sacrificio.

Poder: En la cuarta jugada de los Raiders, Cofield, alineado fuera del guardia derecho, cruzó hacia adentro mientras el guardia lo bloqueaba. El corredor atacó brevemente, después el centro se desplazó. Después, Cofield llevó la doble cobertura varias yardas atrás --parecía la máquina de bloqueo-- forzando al pasador Matt Flyyn a escapar hacia la izquierda, donde el apoyador Brian Orakpo lo capturó.

Agilidad: No sólo son sus pies, son sus manos. Este verano, contra el centro de Pro Bowl de Pittsburgh, Maurkice Pouncey, Cofield le ganó repetidamente con movimientos de nado, los cuales requieren manos veloces. El domingo, en una jugada de segunda y 12 en el último período, Cofield se alineó entre el centro y el guardia derecho. En cuanto salió el balón, disparó hacia el otro lado del centro, ganando posición rápidamente con manos y pies. Cuando el guardia izquierdo trató de acercarse y ayudar, era demasiado tarde. Cofield registró la captura. Más tarde, en cuarta y pulgadas, Cofield apuntó bajo para ayudar al equipo a la detención.

Atleticismo: Ésta es la jugada que hizo delirar a Haslett, quien reiteraba que nunca había visto un tackle nariz hacerlo. Cofield fue empujado cerca de dos yardas hacia su derecha y hacia atrás; hacia allá iba la jugada. Mientras estaba sujeto de un bloqueador, otro defensivo trató de cortarlo. Sin mirar, Cofield brincó, nunca frenó, se deshizo del bloqueador y llegó a la tacleada.

Hambre: Avanzando el segundo cuarto, Flynn envió un pase pantalla hacia el corredor Rashad Jennings en el backfield, cerca de tres o cuatro yardas hacia la izquierda de Cofield. De inmediato, Cofield se dio la vuelta y corrió y se involucró en el derribo tras una ganancia de siete yardas. ¿Era necesaria su presencia? No. Pero fue reveladora.

"Él es la razón por lo que todo sale", sentenció Haslett.