Final. Edwin Valero encontró su única derrota en sus propios puños, apagando la vida de su esposa y la suya. En su última pelea retuvo la corona ligera del CMB deteniendo al mexicano Antonio DeMarco.

Santo Domingo.- Los grandes e históricos traumas de la vida de muchas figuras del boxeo se acentuaron durante el fin de semana en Venezuela, cuando el invicto doble campeón universal Edwin -El Inca- Valero asesinó a su esposa y en una cárcel de su país, se ahorcó el mismo día.
El día de los enamorados de 1988 , el majestuoso rey de los pesos medios, el argentino Carlos Monzón y la modelo uruguaya Alicia Muñíz (ella muerta tras caer la pareja desde lo alto de varios pisos de un cuarto de hotel; él encontró su final en enero de 1995 en un accidente automovilístico cuando regresaba a la cárcel donde cumplía 11 años de condena y le permitían el día libre por su buen comportamiento, pero reportándose cada noche). Ello no supera el espeluznante acto de Valero, quien admitió acuchillar a su pareja durante un pasadía en un hotel y luego con su propia prenda de vestir se la ingenió para malograr su propia vida, tras ser detenido.
El boxeo, uno de los deportes con mayores oportunidades para los desposeídos del mundo y definido como “engendro de la pobreza”, según José Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), ya había vivido casos impactantes hasta llevado al cine como las condenas por acoso, violación y asaltos de grandes promesas como Rubin “Huracán” Carter, Tony -El Torito- Ayala y el caso patético del ex rey pesado Mike Tyson; pero nada comparado con la situación actual, la cual encaja solamente con el desastroso doble asesinato y suicidio del luchador norteamericano Chris Benoit, quien estranguló a su hijo menor y a su esposa con “llaves” de su oficio previo a colgarse.
Los traumas de Valero, quien dominó las divisiones de las 130 y 135 libras, imponiendo previamente un récord Guinness con una racha de 18 combates ganado por la vía del nocaut en el primer asalto, empezaron desde muy temprano cuando tuvo que irse a vivir a Japón para hacer carrera profesional. Un accidente de motocicletas le habría dejado daños cerebrales que le impedían combatir en los Estados Unidos.
A pesar de ser campeón en dos divisiones nunca fue tomado en cuenta para grandes peleas, tampoco su increíble récord en el que nunca actuaron los jueces, les importó a los grandes promotores norteamericanos, quienes sí promovieron a otras figuras con los mismos problemas como el peso pesado John Duddy, Marco Antonio Barrera, Frans Botha, e incluso a Tommy Morrison, portador del virus HIV.
Cuadro sicológicoLa doctora Mónica Rodríguez Araujo, del Centro Sicológico Familiar, afirma que estas grandes figuras del deporte llegan a la fortuna económica y a la fama sin estar preparados para ello mínimamente, creándose grandes vacíos existenciales que nunca pueden llenar.
“Los triunfos, el dinero, los bienes y lujos que jamás soñaron, convierten a estos hombres en seres mentalmente todopoderosos, que creen que con su dinero y el cariño prestado de la gente y las autoridades, pueden hacer todo tipo de tropelías, desde escándalos sociales hasta crímenes, porque lo tienen todo materialmente, pero espiritual y educacionalmente están crudos, vacíos.
“Con el paso del tiempo, esos vacíos se agigantan y superan todo su poderío material y se convierten en gente más miserables que antes de tener fortunas, llegando a un punto tan delicado que no duermen, no comen, se aferran al alcohol y luego a las drogas, ya en ese estado van directo al crimen y al suicidio, ya sea por su comportamiento antisocial o de forma directa como lo hizo lamentablemente este joven venezolano”, explica la profesional en comportamiento humano.
Gatti y ArgüelloEn julio pasado, en Nicaragua, un tiro en el pecho cambió el nombre de “El Homicida con guantes” Alexis Argüello, a el “Suicida sin guantes”, son de los temas más recientes que precedieron a la macabra telenovela en la que Mike Tyson se estrelló desde la cumbre del deporte a los barrotes de una cárcel y luego de amasar una enorme fortuna, salió en libertad a morder el polvo de la miseria.
La playa de Porto de Galinhas fue el escenario en que el 11 de julio del 2009 se colgó el ex doble campeón Arturo Gatti, en una “segunda luna de miel” con su esposa en Brasil; mientras que el aguerrido Diego ñChico- Corrales acudió a la velocidad de su moto para inmolarse en Las Vegas, Nevada.
“El Torito” Ayala, la gran promesa del boxeo mundial a inicios de la década de los ochentas, violó a una vecina y esto le costó 16 años en la cárcel (1983-1999); lo increíble es que está de regreso tras las rejas desde 2004 por asalto a mano armada, saldrá en el 2014.
El ex campeón welter, James Page, cumple 15 años de prisión luego que la trabajadora de un banco lo viera en una pelea por la televisión y lo reconociera como uno de los asaltantes del establecimiento tres años atrás. Y qué decir del ex campeón pesado, el último hombre en vencer a Muhammad Alí, el jamaiquino Trevor Berbick, desterrado de Canadá por ser protagonista de un robo a mano armada y posteriormente asesinado por un sobrino en su país para robarle algunas pertenencias.
Vicente “El Loco” Mosquera, el primer monarca destronado por Valero, perdió la segunda parte de su carrera tras ser apresado por el homicidio de un joven durante una tumultuosa riña en una sala de baile en las playas de Puerto Caimito, Panamá.
El canadiense Dave Hilton Jr., campeón de los pesos medios, tuvo que entregar su corona tras la acusación de incesto y luego condenado por ejecutar un asalto; mientras que el medallista olímpico Henry Tillman fue encontrado culpable de homicidio durante un asalto.
Las drogas y el alcoholismo, según los expertos consultados, son las principales causas de estos horrendos hechos. Ayer fueron ellos, hoy Valero, mañana podría ser el atormentado Kid Pambelé o cualquier otro. ¿Quién sigue?
“Es bueno que la gente sepa que no es que los boxeadores son violentos, asesinos y gente despreciable, es todo lo contrario; el boxeo le abre la puerta todos los potenciales delincuentes, a los que no tienen chance de jugar tenis, de ir a un campo de golf o hasta ser peloteros (que son pobres también, pero cuando consiguen cuarto sin educación matan gente con pistolas, con vehículos y ponen a otros como que iban manejando), para ser un pugilistas sólo se necesita tener dos puños; luego la conducta se enseña, pero muchas veces cuando llegan al éxito botan a sus consejeros y llegan nuevos amigos que le aceptan todo, managers que los endiosan y no los aconsejan... También llegan las mujeres, los carros, las fiestas, el ron y las drogas y ocurre esto”, afirma el doctor Rafael Martínez Guante, médico de la Comisión de Boxeo por más de 30 años.