PHOENIX.- Nate Robinson se convirtió en protagonista único del show en la competencia de mates del fin de semana del All-Star de la NBA, al ganar a Dwight “Superman” Howard en un espectacular duelo incluido en el programa de habilidades.

Como si se tratara de un real enfrentamiento entre David y Goliat, Robinson, de sólo 5-9 de estatura y 180 libras de peso, derrotó en la noche del sábado al monarca del pasado año, un gigante que lo aventaja en más de un pie y pesa más de 260 libras. Dos espectaculares clavadas, una de ellas utilizando al propio Howard como obstáculo, propiciaron el triunfo de Robinson, decidido a través de las llamadas telefónicas de los fanáticos.

En el más espectacular de sus donqueos, el pequeño base de New York, que en 2006 también se alzó con el trofeo, tomó carrera desde el centro de la cancha y, apoyándose ligeramente en el hombro de Howard, saltó por encima de los 6-11 del gigante de los Orlando Magic.

“Le pregunté en el ascensor si quería hacerlo”, contó Robinson. “Y dijo: ‘hey, lo haré’. Pensé que estaba bromeando”. Howard tuvo el último intento, pero su donqueo a una mano desde casi la línea de tiro libre no fue suficiente para convencer a los fans, que se decantaron por Robinson en un 52 por ciento.

Otros dos jugadores iniciaron el atractivo evento: el español Rudy Fernández (Portland Trail Blazers), y J. R. Smith (Denver Nuggets), quienes resultaron eliminados en la primera ronda. Para realizar su exhibición, Fernández vistió una camiseta de Fernando Martín, primer español que jugó en la NBA. En lances cronometrados con obstáculos, la victoria correspondió a Derrick Rose (Chicago), quien se impuso en la final a Devin Harris (New Jersey), en tiros de tres puntos, Daequan Cook (Miami) se convirtió en el rey al vencer a Rashard Lewis (Orlando) en la ronda decisiva.

Y en la competencia por equipos, el trío de Detroit (Arron Afflalo, Bill Laimbeer y Katie Smith) se alzó con el trofeo al doblegar a Phoenix (Dan Majerle, Tangela Smith y Leandro Barbosa).