SANTIAGO.- El estelar monticulista dominicano Bartolo Colón, ganador de un premio Cy Young, aún se cree capaz de retomar su carrera exitosa luego de superar molestias en su codo del brazo de lanzar y firmar contrato de un año con los Medias Blancas de Chicago.

Colón, quizás ahora más conciente que nunca de la necesidad de una mejor preparación, partió ayer al mediodía para un proyecto especial de entrenamiento en Arizona.

La preparación le tomará cerca de tres semanas, complemento de un proceso que ya inició. “Tengo varios días que comencé a aparar y a tirar suave y me he sentido bastante bien”, sostuvo el optimista lanzador derecho que en la pasada temporada vistió el uniforme de los Medias Rojas de Boston (4-2, 3.92), pero no terminó.

White Sox le firmó por un año y un millón de dólares tras someterse a un no muy delicada operación en su codo, nada de la llamada Tommy John, sino exploratoria, extrayendo tres pequeños pedacitos de huesos que afectaban sus movimientos.

“No fue nada complicado, ni delicado y espero demostrar que quizás no seré el tirador de 95 96 o más millas, pero si un lanzador capaz de ayudar a cualquier equipo como parte de su rotación”, expuso momentos antes de marcha en un vuelo privado desde al Aeropuerto Internacional Cibao.

Bartolo registra marca de por vida en el béisbol de las mayores de 150-97, una carrera de 12 años que arrancó en 1997 en uniforme de los Indios de Cleveland. Su mejor campaña la del 2005, con los Angelinos, válida para el Cy Young al concluir con récord de 21-8, 3.48 y 157 ks. También ganó 20 en el 2002 en una temporada combinada en la Americana con Cleveland y Montreal en la Nacional.

Lamenta Clásico
Algo que lamenta Colón es no poder ser parte del equipo dominicano que se prepara para el Clásico Mundial de Marzo próximo.

“Son de las cosas que lamento y me hubiese gustado estar junto a ese grupo de estelares, pero no estaré en condiciones aún”, indicó, al momento de aclarar que no pudo asistir al acto donde se le reconoció, “ya que nunca tuve información de eso, no se me invitó, tampoco mi familia tenía conocimiento”.

Trata de excusarse de lo que “agradezco y que no pude honrar de manera personal, como se debe”.