El Manchester United se proclama Campeón de Europa por tercera vez en su historia al derrotar al Chelsea en la tanda de penaltis (6-5). El encuentro concluyó con 1-1 tras la disputa de la prórroga. Edwin van der Sar detuvo el lanzamiento definitivo a Nicolas Anelka.

Todos los focos estaban dirigidos al césped del estadio ruso Luhzniki. Era la noche para las estrellas, para la gloria de la mitad de los participantes en la fiesta del fútbol europeo.

Como en una película en la que aparece en la pantalla un actor determinado y ya sabes que va a tener algo que ver en el desenlace, Cristiano Ronaldo reclamaba el protagonismo. En el lado opuesto el jugador que más aires se daba de coprotagonista era Drogba. Faltaba saber quien era el héroe y quien el villano.

United y Chelsea se tomaron los primeros quince minutos de partido para tantearse. Como dos púgiles sobre un cuadrilátero que se lanzan golpes para observar cuando falla la guardia del oponente. A partir de ahí fueron los pupilos de Ferguson los que tomaron las riendas del partido.

El portugués pega primero

Cristiano Ronaldo despertó a los asistentes con una jugada eléctrica por la banda que no terminó en gol porque Hargreaves no llegaba a cabecear. Fue uno de los pocos balones que lograba controlar sin que los 'Blues' formasen una melé a su alrededor para cortar la vía de creación más clara del Manchester.

El portugués asistía desde la cal, aunque no era acompañado por Tévez y Rooney. El argentino peleó mucho pero se olvidó de atacar, el inglés no hizo acto de presencia en todo el encuentro y se esperaba mucho más de él. Cristiano obtuvo su premio en el minuto 26 al cabecear de manera perfecta una asistencia desde la derecha de Wes Brown.

La primera mitad transcurrió entre las acometidas de los 'Diablos Rojos' y las patadas de los londinenses. Los hombres de Ferguson eran un acordeón que se estiraba o se recogía en función de las necesidades. Los centrocampistas se sumaban al ataque y los delanteros formaban la primera línea defensiva. La acumulación de hombres impedía que el Chelsea crease peligro, siempre había alguna camiseta roja que despejaba o llegaba en la ayuda.

El Chelsea empata casi sin querer

Pero todos los sistemas, hasta el más atractivo, tienen fisuras. El Chelsea, casi sin querer encontró una a pocos segundos del descanso. Malouda disparaba sin sentido desde la frontal. La pelota del francés adquiría coherencia cuando primero era desviada por Vidic y luego impactaba en la espalda de Rio Ferdinand. Lampard, que pasaba por allí, disparó y marcó a placer el gol del empate.

Antes de ir a vestuarios, Carvalho se sumó a la lista de indultados por Lubos Michel. El portugués podría haber partido la pierna de su compatriota Cristiano con una durísima entrada con los tacos por delante y fuera de lugar y se fue de rositas con una cartulina amarilla.

El tanto de Lampard y el descanso cayeron sobre los hombres de Alex Ferguson como una carga pesadísima de la que no pudieron deshacerse durante toda la segunda parte.

La segunda mitad, para los 'Blues'

El Chelsea dominó de principio a fin tras tomar aire en el vestuario. El Manchester se veía desbordado y la fortuna y la poca precisión de los de Grant evitaron que llegase el tanto definitivo.

Drogba se vio levantando la Copa de Europa por unas décimas de segundo. Las que pasaron desde que se dio la vuelta en el pico del área y disparaba con la derecha, dirigiendo el disparo con el cuerpo, hasta que el cuero se estrelló en el palo ante la atenta mirada de Edwin van der Sar.

Makelele demostró que todavía tiene gasolina para recorrer muchos kilómetros. A veces al borde de lo legal y muchas otras dentro de lo ilegal, consiguió destruir cada uno de los intentos del United por levantar cabeza. Tan solo Nemanja Vidic, imperial todo el encuentro, mantenía alto el rostro y rescataba una y otra vez a su equipo ante el asedio que capitaneaba el marfileño Drogba.

No hubo cambios hasta el 85, cuando Scholes, que jugó casi todo el partido con la nariz chorreando sangre tras un encontronazo con Makelele, dejaba su sitio en el campo a Ryan Giggs. El galés aumentaba su leyenda en el club de Old Trafford y se convertía en el jugador con más partidos oficiales disputados (759), por delante de Bobby Charlton.

Los minutos finales ofrecieron un aire de partido veraniego entre dos equipos recién llegados de vacaciones que dejaba bien claro que se había firmado una tregua hasta el comienzo de la prórroga.

El árbitro quiere participar en la fiesta

La tregua duró cuatro minutos, los que tardó Lampard en disparar dentro del área directamente al larguero. La madera salvaba de nuevo al Manchester.

Entre idas y venidas de ambas escuadras, Lubos Michel quiso seguir incrementando su protagonismo y se convirtió en el villano absoluto de la película. Cristiano Ronaldo era frenado de manera ilegal en una arrancada que olía a gol desde que controló el esférico. Luego solucionó una tangana a 4 minutos para los penaltis con la expulsión de Didier Drogba, que no domina aún el inglés y quería solucionar mediante la mímica una diferencia de pareceres con Vidic.

Anelka falla el penalti decisivo

El cansancio, la lluvia y los calambres evitaron una llegada clara hasta cumplir las dos horas de juego. Los penaltis decidirían el campeón.

Cristiano Ronaldo era, paradójicamente, el primero en fallar y el Chelsea ya se veía de celebración. John Terry, el gran capitán, tuvo la mala fortuna de resbalarse en el momento más inportuno y envió la pelota a las gradas. Mientras Cristiano Ronaldo lloraba en el centro del campo, Anelka se acercaba al punto fatídico con cara de querer estar más en la habitación del hotel que enfrente de Van der Sar.

El holandés le indicó al francés que se iba a tirar a su izquierda, Anelka eligió la derecha del meta, que sacó partido del juego de 'engaños' y le dio al Manchester United la tercera Copa de Europa de su historia.

LA FICHA DEL PARTIDO:

1 - Manchester United: Van der Sar; Evra, Vidic, Ferdinand, Brown (Anderson, m.120); Park, Carrick, Scholes (Giggs, m.86), Cristiano Ronaldo; Tévez y Rooney (Nani, m.101).

1 - Chelsea: Cech; Essien, Carvalho, Terry, A.Cole; Lampard, Ballack, Makelele (Belleti, m.120), Malouda (Kalou, m.92); Drogba y J.Cole (Anelka, m.98).

Goles: 1-0, min.26: Cristiano Ronaldo. 1-1, m.45: Lampard. Lanzamientos en la tanda de penaltis: Marcaron por el Manchester: Tévez, Carrick, Hargreaves, Nani, Anderson, Giggs

Falló Cristiano Ronaldo, el tercer lanzamiento.

Marcaron por el Chelsea: Ballack, Belleti, Lampard, A. Cole, Kalou.

Fallaron Terry, el quinto lanzamiento, y Anelka, el séptimo.

Árbitro: Lubos Michel (Eslovaquia). Expulsó con roja directa a Drogba (m.115) y amonestó con tarjeta amarilla a Scholes (m.20), Makelele (m.20), Ferdinand (m.43), Carvalho (m.45), Vidic (m.110), Ballack (m.115), Tévez (m.115) y Essien (m.118).

Incidencias: Final de la Liga de Campeones disputada en el estadio olímpico Luzhnikí de Moscú. Lleno a rebosar (70.000 espectadores). Temperatura ambiente (14 grados y 96 por ciento de humedad) e incesante lluvia.