BOSTON.- Todo lo que Jim Rice necesitaba era 18 jonrones más para alcanzar los 400 - un hito que, para muchos, lo hubiera hecho un seguro inducido al Salón de la Fama del béisbol.
O, pudo haber sonreído un poco más.
El a menudo maleducado slugger de los Medias Rojas de Boston, temido por los lanzadores opositores y poco amistoso con los reporteros que votan para el más alto honor del deporte, ha quedado corto de su introducción al Salón durante 13 años.
Ahora, con el rampante uso de esteroides descubierto como una fuente para la inflación de jonrones en el juego, los votantes tienen una oportunidad de reexaminar los números de Rice en el contexto de su era y darle lo que puede ser su último y mejor chance.
“Pienso que si eres un jugador dominante en tu tiempo, deberías estar en el Salón de la Fama”, dijo su ex compañero con los Medias Rojas, Rick Miller. “Y él lo fue”.
Un año después que Tony Gwynn y Cal Ripken Jr fueron inducidos en su primera oportunidad, la boleta de 2008 no tiene un seguro elegido. El relevista Rich Gossage y Rice fueron los que más votos consiguieron entre los que regresan a la lista con 71.2 y 63.5 por ciento el año pasado, respectivamente. Un 75 por ciento se necesita para la inducción.
Rickey Henderson es elegible el próximo año - un obvio inducido en la primera boleta que puede quitar votos a candidatos prolongados de años anteriores. Así que esta puede ser la mejor oportunidad de Rice antes de salir de la boleta y caer en los caprichos del comité de veteranos.
Rice fue dominante desde 1975, cuando fue segundo de su compañeros Fred Lynn en la votación para el Novato del Año, hasta 1986, cuando encabezó la liga en 12 categorías ofensivas, incluyendo anotadas, jonrones, empujadas y porcentaje de slugging. Pero sus número cayeron precipitadamente luego de eso, y su inabilidad para alargar su carrera lo afectan cuando sus números de por vida son comparados con esos que jugaron durante la reciente explosión estadística.
Solo 25 jugadores pegaron más jonrones en la primera centuria del béisbol o algo; en los 18 años desde que Rice se retiró, ha caído fuera de los primeros 50. Era número 36 en la lista de por vida en remolcadas; ahora es el 54. Ocupaba el puesto 48 en porcentaje de slugging cuando se retiró; ahora es el 87.
“Las cosas no son como solían ser; los jugadores no son los mismos”, dice Rice. “Tienes que ponerlos en diferentes categorías y preguntarte cómo fueron considerados durante su tiempo”.