SANTIAGO. En la madrugada del sábado José Guillén se encontraba en Kansas City siguiendo el tercer juego de la serie final a través de la Internet y cuando concluyó el encuentro se puso inmediatamente en contacto con la directiva del Licey.

Luego del desenlace a favor de las Águilas que produjo el licenciamiento de Tim Tolman, a la 1:30 de la madrugada Guillén también conversó con Héctor de la Cruz, el recién designado mánager del Licey, y le dijo: "Espérame el domingo".

Tomó un vuelo privado el domingo en horas de la mañana, pero antes se comunicó con Fernando Ravelo para que lo pusiera en roster; al mediodía viajó en helicóptero a Santiago cumpliendo lo prometido.

"Aquí estoy", fueron sus palabras cuando entró al camerino. Luego abrazó a De la Cruz y a sus compañeros.

Durante todo el trayecto del cuarto partido se mantuvo ejercitando sus brazos en el dogout. Al final del juego manifestó que tenía un compromiso en Kansas y lo cumplió, y que tenía uno con el Licey y lo está cumpliendo. "Soy un hombre de palabra y eso deben saberlo todos los seguidores del béisbol", señaló.

En un aparte con DL en el camerino azul, Guillén dijo: "Hice un esfuerzo tremendo, me disgusta que se inventen cosas, fui a Kansas a responder con un compromiso ineludible y aquí estoy para realizar mi juego".

El toletero de los Reales de Kansas City dijo que cuando se pone un uniforme se entrega al juego y eso es lo único que desea que conozcan los fanáticos.