Albuquerque, NM.- Iván “Iron Boy” Calderón defendió anoche con éxito su corona júnior mosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) al apuntarse una victoria por decisión unánime frente al retador mexicano Juan “Panterita” Esquer, en la cartelera “Latin Fury” celebrada en el Tingley Coliseum en Nuevo México.
Durante toda la semana, Esquer intentó sacudir a Calderón con insultos e invitaciones a pelear de frente, pero la táctica no le resultó, pues el campeón boricua se mantuvo en su plan de trabajo original, con su característico estilo defensivo y de excelente movilidad.
En el primer asalto, Esquer hizo honor a su palabra de cortarle la carrera al campeón, y en un momento dado un fuerte derechazo de parte del retador encontró el rostro de Calderón, a quien sacudió momentáneamente. Pese al golpe, Calderón mantuvo la calma y acabó el episodio.
En el segundo, tercero y cuarto asalto, Calderón abrió su clínica y se mantuvo móvil. El boricua mantuvo a raya a Esquer con su jab, y aunque el mexicano lanzó una gran cantidad de golpes, casi ninguno encontró su marca, bloqueando Calderón la mayoría con sus guantes o esquivándolos con su gran defensa. Inclusive, Calderón hizo tambalear a Esquer en el cuarto con dos derechas mientras estaban en las cuerdas.
Ya para el quinto round, Calderón le hinchó el ojo derecho a Esquer y le abrió una herida gracias a los golpes que le conectó en los asaltos anteriores, pero el retador mexicano nunca perdió el espíritu luchador característico de los mexicanos y se mantuvo agresivo en el ataque, especialmente ante los vítores de “¡México!” de la fanaticada.
Pese a que Calderón abrió una holgada ventaja con su buen boxeo en los asaltos del seis al nueve, Esquer salió como toda una pantera en los rounds del diez al doce, lanzando golpes a diestra y siniestra en un intento por adquirir terreno sobre el campeón boricua.
En el último asalto, específicamente, Esquer salió extremadamente agresivo, presionando a Calderón en busca del nocaut. Faltando pocos segundos, Esquer conectó con buena combinación que Calderón sintió, pero el boricua se enredó en los pies del retador y cayó al tinglado. El árbitro principal, inclusive, se confundió y pensó que el sonido que marca los diez segundos antes de concluir el asalto fue el campanazo y detuvo el combate antes de tiempo.
Tras ir a las tarjetas, los tres jueces del combate vieron la pelea a favor de Calderón 116-112, 115-113 y 118-110.
“Yo sabía que él vendría siempre de frente, pero yo me mantuve en mi plan de pelea y le di mientras evité que me diera. Hubo unos asaltos en los que perdí un poco de fuerza, pero volví y me recuperé en los últimos asaltos. Miguel Díaz me puso un poco de presión en los últimos rounds, que tenía que echar el resto, y cogí un segundo aire para ganar los últimos asaltos lo más contundente posible”, resaltó Calderón tras concluir el combate.
Por su parte, Esquer dijo que “yo cumplí con lo que prometí. Dije que iba a estar preparado para ir los doce asaltos y eso fue lo que hice. Yo no venía a noquearlo. Yo vine para los doce asaltos, desde el primero hasta el último. Yo me siento un ganador y no un perdedor, especialmente contra un campeón del mundo, que tiene mucha experiencia sobre los dos años que llevo como profesional. Me gustaría que me diera la revancha, pero creo que no me la dará”