El Masters de Shanghai se está revelando como el torneo matagigantes. Si el lunes cayó el número uno del mundo, el suizo Roger Federer, ante el chileno Fernando González, ayer lo hizo el número dos, Rafael Nadal. El joven tenista de Manacor, que en su debut ya pasó más apuros de lo previsto con el francés Richard Gasquet, no pudo contener la fuerza arrolladora del alicantino David Ferrer, el segundo español que se ha clasificado para esta copa de maestros en su condición de sexta raqueta del circuito.

Ferrer, que el primer día se deshizo con contundencia del serbio Novak Djokovic, número tres de la Asociación de Tenis Profesional (ATP), está a un paso de clasificarse para las semifinales del sábado tras derrotar a Nadal por 4-6, 6-4 y 6-3 en un soberbio y agotador partido lleno de garra y emoción. Armado con una convicción a prueba de bombas y una extraordinaria fortaleza física, machacó a su rival con unos cañonazos ajustados al fondo de la pista que buscaban el golpe de derecha del zurdo Nadal para neutralizar sus restos. Frente a las ramplonas voleas que éste eternizaba para cansar al de Jávea, Ferrer respondía no con fuerza, sino con rabia, tanto con el revés como con el golpe de derecha. El problema era que, al principio, muchas bolas se estrellaban contra la red o se le acababan yendo fuera.

Despunta el alicantino

A Nadal esta táctica de agotamiento le sirvió para adjudicarse el primer set, a mitad del cual empezó a emerger el torbellino Ferrer. Pero fue en el segundo set donde terminó de despuntar el jugador alicantino. Aunque los primeros compases estuvieron muy igualados y Nadal contrarrestaba el empuje de Ferrer con destellos de genialidad y arriesgadas subidas a la red, el tenista de Jávea empezó a despegarse en el marcador en el octavo juego, cuando se colocó con dos de ventaja (3-5) tras romperle una vez más el servicio a su rival.

Nadal reaccionó en el siguiente juego, pero ya era tarde. Ferrer se veía ganador y corría a por todas las bolas, protagonizando con Nadal un espectacular intercambio de golpes desde el fondo de la pista que hizo vibrar al público del estadio Qi Zhong de Shanghai. Por eso, fue capaz de remontarle a Nadal la desventaja que tenía y acabó haciéndose con el juego y con el segundo set.

En el tercer set la igualdad apenas duró un par de juegos, hasta que un Ferrer crecido le comió la moral a Nadal rompiéndole una vez más el servicio. Cayendo en unos errores garrafales que desvelaban su nerviosismo, el mallorquín acabó cometiendo una doble falta y un error no forzado, permitiendo así que su rival se escapara en el marcador y llegara a tener una ventaja de cuatro juegos (1-5).

A esas alturas, a Ferrer ya le entraban todas las bolas y tenía al público en el bolsillo. Nadal prolongó lo inevitable, ganó un par de juegos y salvó un punto de partido ante el nerviosismo de su rival, que logró la victoria llegando a una dejada del manacorense y superándolo con maestría antes de desplomarse sobre la pista agotado y extasiado de felicidad.

En el otro encuentro del Grupo Dorado, Gasquet venció por 6-4 y 6-4 al serbio Djokovic, que acumula su segunda derrota debido a su mala forma física y se queda sin opciones de alcanzar las semifinales.