MADRID.- Un colosal duelo Brasil-Italia, dos viejos conocidos del voleibol femenino, inaugura hoy, en la ciudad japonesa de Nagoya, la recta final de la Copa del Mundo en la que seis selecciones cuentan aún con claras opciones de ganar una de las tres plazas olímpicas en juego.
Italia y Estados Unidos acuden a esta última ronda con una victoria de ventaja sobre Brasil y dos sobre Cuba, Serbia y Japón, pero el exigente calendario de las tres jornadas finales no da lugar a conjeturas. A priori, las italianas son las tendrán que lidiar con los adversarios más peligrosos: Brasil, Cuba y Estados Unidos. Todo apunta que hasta la clausura, el viernes 16, no quedará definida la clasificación final.
Las brasileñas afrontan su cita ante Italia conscientes de que no pueden permitirse ningún tropiezo. La gran experiencia y el buen hacer ha marcado la trayectoria de las jugadoras que entrena Zé Roberto Guimaraes en las tres últimas ediciones de la Copa del Mundo. En todas ellas, Brasil logró subir al podio y, a la vez, hacerse con el boleto olímpico.
Es una de buena carta de presentación para medirse a las actuales campeonas europeas. En el historial de enfrentamientos entre ambas, Brasil parte con clara ventaja (33 victorias y siete derrotas) pero en el presente año Italia parece haber tomado la medida a su rival (2 triunfos en tres partidos disputados). La anticipación para saber leer el juego de sus adversarias y la concentración a lo largo del partido serán, según algunas internacionales brasileñas como Fofao o Waleska, fundamentales para este complicado desafío.
Cuba, pese a sus dos traspiés ante Brasil y Estados Unidos -ambos por 2-3-, no se rinde. Su tres últimos compromisos (Japón, Italia y Serbia) le hacen concebir esperanzas de estar en el podio final. El demoledor ataque de Yumilka Ruiz, que despunta como máxima anotadora del campeonato, el buen rendimiento de Nancy Carrillo en bloqueo, y los diabólicos saques de Yanelis Santos (acumula veinte puntos directos con su servicio) son las armas de Cuba para seguir soñando con el pasaporte para Pekín.
Para dominicanas y peruanas, ya sin opciones de hacerse con un boleto olímpico, la lucha se centra en acabar en un honroso puesto y comenzar a preparar sus respectivos preolímpicos.